El día anterior jugaba la selección española de fútbol en el Helmántico de Salamanca. Fuimos a la Plaza Mayor a cenar y nos encontramos con un montón de gente frente a una pantalla gigante y toda la parafernalia. Luego nos fuimos al hotel tempranito para descansar.
El sábado salimos del hotel Salamanca Suites a las 10 más o menos. Me cambié y preparé alforjas, llené el Camelbak de agua, hinché ruedas y pasé lista para ver si faltaba algo.
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Estaba chispeando y el suelo mojado, y cuándo me dispuse a salir cayó un aguacero bastante fuerte, que me hizo dudar entre comenzar el Camino o irme a casa con Vane en el coche y dejar la aventura para otra semana mejor. Después de muchas dudas me aventuré entre las calles salmantinas a las 10:40. Salí de cerca de la Plaza Mayor, aunque pronto perdí de vista las conchas y tuve que tirar de Google Maps para salir de la ciudad. Finalmente pude coger la N-630 camino de Zamora. Justo antes de cruzar la A-66 para llegar a la cárcel de Topas comenzaba el Camino de tierra y dejaba la nacional, pero visto el barro que tenía el camino decidí continuar por la nacional hasta Morales del Vino, en que comenzaba una ruta para ir en bici hasta Zamora, indicada mediante señales verticales con un símbolo de bicicleta y la palabra "Zamora".
Entré a Zamora cruzando el puente, y muy cerca estaba el albergue, subiendo una fuerte cuesta que hacía honor al nombre de la calle, Cuesta de San Cipriano, entrando desde el Museo de Zamora.
El albergue es un edificio restaurado junto a la Iglesia de San Cipriano. Da a dos calles, pero la calle más baja no tiene entrada, se entra por la de más altura directamente a la tercera planta. Funciona con donativo, por lo que no tenemos por qué pagar, aunque no está demás agradecer las atenciones de los hospitaleros y ayudar un poco a que se mantenga este magnífico albergue.
Tiene tres plantas, la tercera tiene la entrada, habitaciones y una terraza para tender y dejar bicis. La terraza está al aire libre y protegida con rejas altas. Renata la hospitalera comentó que habían robado cuatro bicis este año 2010, así que habían puesto una gran cadena para candarlas de noche.
La segunda planta tiene habitaciones y baños. La primera planta tiene habitaciones, baños un comedor grande con varias mesas y la cocina con una pila para lavar y un barreño.
Después de dejar la bici en la terraza, ducharme y comer en un bar un plato combinado, me fui a la oficina de turismo y dí una vuelta por la Catedral, el Castillo y alguna iglesia del centro, acabando en la plaza de Viriato.
Por la tarde cayó un tremendo aguacero. Al volver al albergue vi una nota de anlubomi del foro bicigrino, dejándome su teléfono para quedar esa tarde con él. Quedamos y estuvimos hablando sobre el camino que me esperaba. Me aconsejó ir por la N-631, saltando Granja de Moreruela para no ir por camino, ya que con las últimas lluvias estaría lleno de barro rojo, además de que podía tener problemas por las obras del Ave a Galicia.
Después fuí a un supermercado y a un cajero (para llevar más dinero en metálico en los pueblos sucesivos, en los que muchas veces no había cajero automático). Cené tranquilamente en el albergue y conocí a los gaditanos Carlos y Javi.
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